Palacete D´Estoup

06/01/2015

  La familia D´Estoup, es originaria de la región franco-pirenaica de Cominges y llegaron a Murcia, a comienzos del siglo XVIII. Fue un tal Nicolás D´Estoup el primero en llegar y lo vemos en 1717, casándose con María Andrade. De origen noble, su escudo de armas es como sigue: En campo de oro, tres espadas puestas en palo con sus empuñaduras hacia abajo, y en jefe de azur, tres estrellas de oro de cinco puntas, puestas en faja.

      Su llegada a Las Torres de Cotillas, parece producirse a comienzos del siglo XIX, correspondiendo a Trifón Mariano D´Estoup, que compra una casa en el Coto, a orillas de la rambla Salada. Se trataba de un político ligado a los liberales, que llegó a ser regidor de la ciudad de Murcia. En dicha ciudad, tuvo importantes posesiones en Platería,Trapería e incluso en la actual Plaza del Romea.

      Poco a poco, la familia D`Estoup fue ampliando sus posesiones, hasta el punto que en torno a 1870-1880, llegaron a equilibrarlas con las del Señor de Cotillas, el marqués de Corvera. A finales del siglo XIX, deciden construir el Palacete, con diversas dependencias: almacenes, cuadras, almazara…., rodeado de huertos y jardines.

       En dicho Palacete, construido en torno a 1890, albergaron una importante biblioteca privada de varios miles de ejemplares y parte de su pinacoteca, de cientos de cuadros, entre los que se encontraban algunos de Ribera o Zurbarán. Parece que el constructor del mismo fue el arquitecto Pedro Cerdán Martínez.

      Entre 1936 y 1939, el Palacete fue convertido en hospital, que si bien no afectó a la estructura, si varió algunas construcciones anexas.

        Tras la Guerra Civil, el edificio fue abandonado a su suerte durante casi un cuarto de siglo. En 1963-64, el párroco local, ante el déficit de escuelas, realizó una colecta en el pueblo, para arreglar el edificio, comprado por la congregación del Divino Maestro. Ellas construirían nuevos pabellones para aulas y gimnasio.

      Hoy día, junto con la iglesia, es el único edificio que queda en pié del siglo XIX, siendo muy importante su conservación y restauración, así como la recuperación de la torre con almenas, que hace pocos años fue destruida, para realizar sobre ella un tejado a cuatro aguas.