21/07/2015
Recuerdo que cuando era un niño y los jornaleros trabajaban en la huerta o en el campo de sol a sol, pasadas un par de horas desde el comienzo de la faena, el encargado decía: “¡vamos muchachos que en todo trabajo se fuma!” -personalmente nunca lo recomendaría- era la manera que tenían de anunciar unos minutos de descanso. Con el paso del tiempo nos modernizamos y llegó el anuncio de TV: “vamos tomate un respiro, tomate un Kit Kat”. En este caso, ante el periodo estival, yo también me tomaré un tiempo vacacional, ya que siempre es bueno descansar, reponer nuestras energías, meditar, y un largo etc. de cosas que se pueden hacer en un tiempo libre. Mientras tanto, os dejo este pequeño escrito, un pequeño granito de amor en esa playa universal que entre todos conformamos:
“Se acerca el momento de la concienciación espiritual, ante la cual, el ser humano, va a ser participe activo de su propio despertar. Por fin, aquellos que en cruda lucha por superar su propio destino, han de ver florecer cuanto sellado se encontraba en su interior, porque en esos momentos íntimos, donde la propia materia ha de estremecerse, ante el dialogo que le trasmita el espíritu que la anima reaccionará, dejando ver por fin la savia vivificadora del hombre nuevo que, como una estela brillante, afianzará la huella de su testimonio, en el corazón de sus demás hermanos.
Es cierto que no es fácil, pero los humanos de este ajado planeta cuentan para ello con un aliado inigualable, el Amor. Ese Amor que escrito con mayúsculas, despierta las conciencias como el sol tras la noche al nuevo día, a la realidad de un tiempo que se acaba, y que ha de dejar a cada cual en su sitio. Ya de nada servirán las torpes e ignorantes excusas que tanto dolor causaron, y que caerán baldías a los pies de los propios hombres, los cuales, no tendrán más remedio que buscarse otro nuevo horizonte, donde anide la esperanza, que les devuelva la ilusión por las pequeñas cosas que enriquecen la vida, y que el mismo hará grandes cuando las sienta despertar en su propio corazón, alimentando a su envejecido espíritu.
Amor con mayúsculas, para borrar tanta sangre esparcida en una tierra, que han de purificar las lágrimas derramadas por aquellos que erradicaron de sus entrañas el odio y el rencor. Amor con mayúsculas, que unifique y proclame, en profundo sentimiento, la pureza de la esencia de Dios en cada uno de sus hijos. Estos, revestidos en su Luz, elevarán con sus voces los maravillosos cánticos de una sinfonía de Paz Universal”.
Y por supuesto –desgraciadamente-, ante las vacaciones de muchos hermanos nuestros, otros hermanos menores son abandonados a su suerte, sacrificados, atropellados, vejados…muertos. No los abandonemos, ellos nunca nos lo harían a nosotros. Podéis enseñarlos a meditar como el perrito de la foto –es broma- pero si podéis amarlos y cuidarlos como se merecen. Recordad, no solo son unas graciosas mascotas, cuando los adoptamos son un miembro más de nuestra familia.
También me he permitido una broma más, solo para recordaros cuanto hemos compartido durante estos meses sobre la Ley de la Reencarnación.
Hasta nuestro nuevo encuentro, os deseo de corazón toda la felicidad que seáis capaces de alcanzar. Un fuerte abrazo y hasta siempre.
Antonio Hernández Lozano