José Marín Zamora es químico y dirige una empresa familiar, Solyeco (de solidaridad y ecología), que fabrica detergentes ecológicos, biodegradables, y que destina sus beneficios a ayudar a la sociedad.
Pertenece a «Encuentro y solidaridad», es una persona comprometida desde la militancia cristiana en la lucha por la defensa de las personas más empobrecidas que descubrió que se puede ser misionero en el primer mundo de manos de integrantes de Acción Católica.
Para él, la militancia es un compromiso más fuerte que el voluntariado ya que supone dedicar la vida al proyecto de fe, de acción cristiana, a un proyecto de vida solidaria.