Magdalena López cuenta la experiencia que vivió hace años, cuando su hija con 12 años sufrió acoso escolar. Primero sufrió una agresión psicológica y después también física.
Esta madre comenta cómo fueron meses de sufrimiento y de lucha para poder encontrar una solución.
Dice que el problema es que a veces los adultos no creen que existe ese problema ya que puede confundirse, sobre todo, en la adolescencia con el cambio hormonal, cambios de actitud, etc.
Su hija hoy tiene 25 años, es bioquímica y trabaja en una Universidad de Galicia, en el CIMUS que investiga enfermedades raras.
