El torreño Patrick Bel aprovecha su vuelta a Las Torres de Cotillas, como brillante finalista del programa Factor X, para cargar las pilas con su familia y amigos, y recibir el cariño de sus vecinos. Consigo trae una experiencia increíble de su paso por este Talent Show de Telecinco que le ha permitido perfeccionar sus capacidades vocales e interpretativas, recibir los elogios de las grandes estrellas que conformaban el jurado del programa, hacer grandes amistades y sobre todo, cautivar el corazón de miles de telespectadores y de todos sus paisanos.
Su sencillez, su gran sensibilidad, su aprecio por la amistad y su gratitud hacia las personas que le han acompañado, de una manera u otra, en esta fantástica aventura, son algunas de las cualidades que convierten a Patrick en una persona muy especial.
Esta primera entrevista tras su vuelta a Las Torres de Cotillas se ha realizado en el IES Salvador Sandoval, donde ha desarrollado una etapa muy importante de su formación académica. Jesús López, director del centro, y Mar Martínez, su profesora de música, han recordado varios momentos de la etapa de Patrick en el instituto.
La Escuela de Música de Las Torres de Cotillas, lugar que le ha visto crecer como músico y donde ha impartido docencia, ha apostado decididamente por Patrick. María Asensio, directora de la Escuela de Música y Antonio Almela, vocal de la Asociación de Amigos de la Música, comentan cómo han vivido la participación de Patrick en el programa televisivo.
Sin duda, Ana Roa es esa amiga que siempre está a su lado, tanto en los buenos momentos como en aquellos que ha necesitado de alguien en quien confiar sus inquietudes y preocupaciones. Ana le animó a presentarse al concurso, le ha acompañado a Madrid, y ha desplegado una auténtica cruzada de apoyo a Patrick.
Tras un breve descanso, Patrick volverá a seguir relanzando su carrera profesional dentro del mundo musical, aportando trabajo duro, ganas de mejorar y superarse, talento y cariño con las personas que se acerca a él. El camino que le espera es apasionante y tenemos la suerte de poder seguir recorriéndolo junto a él.