21/09/2016
Nuestro torreño más viajero ha cambiado de destino esta temporada, y ahora entrena en China a los porteros del Shanghai Shenxin FC, Division One.
Tras su paso por Thailandia (Navi FC) y por India (Bombay), Martín Ruiz afronta una nueva aventura en China y desde Onda 92 Multimedia queremos conocer un poco más de su actividad y del país, y como siempre, le invitamos a que nos cuente los detalle de sus nueva aventura futbolística, en forma de carta-artículo:
«Hola amigos, una vez más, ocupo vuestro lugar de lectura para contar de forma breve, e intentaré que amena, otro nuevo reto que un Torreño más, está viviendo fuera del municipio. En esta ocasión en el fútbol profesional de China. Sin duda, una cultura futbolística que desea explotar, pero que a pesar de la fuerte inversión privada y gubernamental, y las amplias medidas de su presidente Xi Jinping, no termina de florecer todo lo que sería de esperar.
China es una gran nación, y no sólo en tamaño, sino también en su forma de proceder. Capaces de levantar un edificio de 16 plantas en veinte días, o de hacer colas de medio kilómetro para comprar el tradicional dulce de mitad de otoño. Una nación de cultura milenaria pero que cada día es más engullida por el capitalismo europeo y americano. Como cada Cultura con sus particularidades, no ajenas a la extrañeza del visitante. Así, no es raro escuchar eructos a la mesa o en cualquier lugar público, o ver como el color de los semáforos es mayoritaria y simplemente un bonito juego de luces. Otra peculiaridad que nos choca bastante a los extranjeros es que los chinos hablan gritando, de tal modo que pareciera una pelea. Pero no, no, simplemente se están dando recuerdos para sus familiares o quizás preguntando por dónde ir a algún lugar. Otra cosa que les gusta es colarse, y no hablo de decir algo de forma inocente, sino colarse de llegar por detrás mientras esperas el turno en algún sitio y ponerse delante. Pero no delante de ti, sino delante, delante,…. directos en ventanilla, vamos! En alguna ocasión tuve que llamar la atención de alguien, aunque ahora agradezco con bondad mi experiencia en Tailandia, donde los locales solían hacer lo mismo pero además pisándote, así que intento adaptarme al Medio, y en alguna ocasión, también me hago pasar por chino.
A mitad de temporada llegué a uno de los tres equipos de Shanghai (Shanghai Shenxin FC, Division One- la segunda categoría del fútbol chino-), para ayudar a evitar un segundo descenso consecutivo. Shanghai es una ciudad inmensa, alrededor de 24 millones de habitantes. En mi barrio somos en torno a un millón cien mil vecinos (desde luego que no conozco a todos, diría que ni a la mitad, pero compartimos restaurantes y carreteras de forma casi ordenada).
A la firma de este artículo quedaban cuatro partidos y estábamos 9 puntos por encima del descenso, así que objetivo número uno casi logrado. Hay más objetivos claro, pero esta competición no es tan fácil como pueda parecer. Muchos grandes nombres con un alto grado de conocimiento del fútbol, que unido a la perseverancia de los jugadores nacionales hacen que cada victoria sea durísima. Jugadores como Luis Fabiano (ex-Sevilla), Jadson (ex-Shakhtar Donetsk), Jelavic (ex-Everton), Iban Cuadrado, Mitrovic (ex-Maccabi Tel Aviv),… por citar algunos, engrandecen la liga. Y entrenadores extranjeros como Fabio Cannavaro, Ciro Ferrara, Clarence Seedorf, Jordi Vinyals o Gary White han venido a traer una nueva metodología de trabajo.
Mi día a día se centra en tres de los porteros más jóvenes de la categoría: Lin, 24 años; Yinuo, 22 años e internacional sub-23 con China; y Tang, 19 años. Son porteros con muchas ganas de mejorar y que no escatiman esfuerzos ni tiempo.
Recientemente hemos cambiado nuestra base al nuevo Centro de Entrenamiento en torno al Estadio. Son cuatro campos de fútbol de césped natural, gimnasio, sauna y spa, pista de atletismo, de tenis, de baloncesto, y dos campos de F-7 de césped artificial. Además el estadio cuenta con un hotel, en donde jugadores y cuerpo técnico pueden residir, y que sirve para las concentraciones en partidos de casa.
Los desplazamientos para jugar como visitantes son muy largos. Recuerdo que el partido más cercano estaba a dos horas menos cuarto de vuelo. Siempre viajamos el día previo, y por la tarde entrenamos en el estadio del partido. Algo que se agradece, ya que puedes darte una idea de lo que te vas a encontrar al día siguiente.
En esta competición la afluencia de público no es muy alta (podemos hablar de una media de 10.000 espectadores), aunque los miles que van son muy ruidosos.
En general, este fútbol necesita de mucho trabajo de base, técnica y tácticamente. Es el segundo intento en el que China potencia el fútbol con inversión y medidas, pero el carácter asiático también está siendo determinante para que su progreso sea tan lento. Parecen seguir al pie de la letra aquella frase de William Shakespeare, “si se quiere ascender por cuestas empinadas, es necesario al principio andar despacio”. Sólo el tiempo dirá cuantos años necesita para ponerse al frente del fútbol asiático, primero; y brillar a nivel mundial, después.
Desde la habitación 8067, agradecido a Onda92 por abrirme este espacio, y a ti lector por detenerte en este artículo.»
Saludos de un torreño,
MARTIN RUIZ S.
Martín con su compañero, el entrenador Gary White
Martín con uno de sus porteros
Vista del Estadio del Shanghai desde su propia habitación.
Martín entrenando a sus tres porteros
Fabio Cannavaro (en el centro), último rival del equipo de Martín al que ganaron la semana pasada.