El poeta y activista social José Antonio Enrique Jiménez, conocido popularmente como «Josefo», ha publicado su último trabajo, el poemario titulado «Lacrimatorios». En una entrevista en el programa «Leer Suma Vidas», el autor compartió con Lola Mateo los detalles de esta obra que define como poesía social, comprometida y solidaria.
Un Título con Profundo Significado Histórico y Metafórico
El inusual título, «Lacrimatorios», hace referencia a la antigua tradición de utilizar vasijas de cristal para recoger lágrimas. El autor explicó el origen de la palabra:
- Origen Romano: Un lacrimatorio es una vasija de cristal hallada en tumbas romanas, donde se depositaban las lágrimas de los dolientes como ofrenda de afecto por la persona perdida.
- Época Victoriana: La tradición fue adoptada en el siglo XIX, durante la época victoriana.
- Tradición Española: En la sociedad española, algunas abuelas recogían lágrimas y las tapaban; cuando el contenido se evaporaba, marcaba el final del luto.
Para José Antonio Enrique Jiménez, el libro entero es un «recipiente que recoge lágrimas». La obra está estructurada en grupos temáticos de poemas llamados metafóricamente lacrimatorios, donde cada uno es un recipiente que recoge lágrimas, siendo estas lágrimas los propios poemas. El poemario busca dar voz a las situaciones de sufrimiento y exclusión social.
Esperanza y Exclusión: Un Subtítulo Esencial
Consciente de que el título podría no ser inmediatamente comprensible, Jiménez añadió un subtítulo claro: «Poemas de la exclusión».
Sin embargo, el libro sí alberga un mensaje de esperanza. El último grupo de poemas se titula «Las lágrimas del fénix», que representan composiciones líricas sobre la esperanza y la resiliencia. La resiliencia, la capacidad de un ser humano para recuperarse después de un trauma , es el tema central del poema «Flores de Atacama», inspirado en la floración del desierto más seco del mundo tras las lluvias.
El Prólogo de Joaquín Sánchez
El prólogo de «Lacrimatorios» ha sido escrito por el conocido sacerdote Joaquín Sánchez,»el Cura». El autor eligió a Sánchez debido a su larga trayectoria de compromiso social y su estrecha sintonía con el cura. Su relación se estrechó cuando Jiménez trabajaba en un centro de acogida para menores de Cáritas y Sánchez, al ser destinado a Cieza, quiso montar un centro similar, tomando como modelo el proyecto de Jiménez.
Un Experimento de Forma Clásica en Poesía Social
«Lacrimatorios» es también un desafío formal, ya que el autor eligió utilizar formas clásicas de la literatura española para abordar temas sociales. El poemario se compone de estructuras como:
- Décima Espinela: Utilizada en el poema «Poesía social» y, como decía Lope de Vega, ideal para expresar el lamento.
- Soneto: La forma elegida para muchos de los poemas.
- Tercetos Encadenados.
- Obillejo: Utilizado en el poema «Obillejo en crisis», una forma compleja del Siglo de Oro, que exige que el último verso resuma los tres trisílabos anteriores.
Además, cada soneto viene precedido por un Senryū (Senyu). El Senryū es una forma japonesa similar al Haiku (tres versos: 5-7-5 sílabas) pero con una temática de crítica social y sátira. El autor lo utiliza como un preámbulo o anuncio del poema que le sigue.
José Antonio Enrique Jiménez, quien además de poeta tiene una afición al teatro desde el año 80 , tiene prevista una presentación del libro el día 20 en Albudeite.
*Este artículo ha sido generado con la asistencia de una herramienta de Inteligencia Artificial, utilizando la información proporcionada en la entrevista.
Esperanza y Exclusión: Un Subtítulo Esencial
