A “el poeta, su voz y su alma”, Manuela hoy nos ha traído tres libros publicados y cada uno de ellos, con temas de amor muy diferentes, pero todos con el mismo fin, es decir, amor a la fe en Dios; amor físico, al hombre donde nos apunta, que “dicen que cuando un poeta se enamora de ti nunca mueres”. Y amor de hermano, al que, amor, se le fue la vida.
En el último trabajo poético, “El milagro de la fe II” tal vez, Manuela Martínez Ortiz, sienta que este quehacer logre ayudar en algo, no solo al sufrimiento personal sino también a aquella mayoritaria parte del mundo que sufre el día a día, hora a hora, minuto a minuto y que este mundo, ese que nosotros formamos aquí abajo, no hace nada para enmendarlo y menos para consentir su fin.
Manuela no escribe palabras ni frases al azar, la autora es sensitiva, observadora y con nutridísimas vivencias propias que como ella nos apunta anteriormente pueden servir (salvando las diferencias) como una enciclopedia donde el creyente puede acudir y sacar provecho de ella.
La escritora asegura que su “único deseo es trasmitir lo que pienso y vivo plasmándolo libremente en mis escritos”.
Felicidades Manuela, por tus compromisos poéticos, y adelante poeta, continúa dando vida a esa muñeca que tanto adoras y cuídala como hasta ahora, aunque me hace pensar que los mimos que le das cada día también van dirigidos al mundo, sobre todo al necesitado de cariño y amor.
José Martínez Giménez (lali)
